Emprendedor: no caigas en la pasividad y resignación

Debemos confesar que uno de los mayores retos de los emprendedores es mantenerse enfocados y animados.

 ¿Te sientes o te has sentido estancado?, ¿tu negocio no ha tenido los resultados que esperabas?, ¿no sabes si estás en el camino correcto?

 No te preocupes, después de leer este artículo encontrarás muchas respuestas... 

Seguramente, empezaste tu emprendimiento con ilusión, motivación y muchas energías; pero, probablemente, han surgido circunstancias que no tenías previstas. Trabajas muchas horas, te desvelas pensando en cómo incrementar tus ventas y te esmeras por tomar las mejores decisiones; sin embargo no ves los resultados esperados.

Es aquí cuando empieza a surgir desánimo, dudas, pensamientos negativos y hasta desaparecen esas ganas que te mantenían activo todos los días. Y viene a tu cabeza el pensamiento de abandonar tu emprendimiento…

¿Te sientes identificado? Suele ser más frecuente de lo que creemos.  ¡No te sientas mal por ello!

Es aquí donde surge la pasividad y resignación:

Dos síntomas muy peligrosos que ponen en la cuerda floja tu sueño: tu empresa.

La pasividad no es más que la indiferencia o apatía. Nos frena y nos hace cerrarnos ante nuevas ideas y oportunidades de crecer. 

La resignación nos hace sentir que la realidad es así y que no podemos hacer nada al respecto. Es decir, damos por imposible mejoras que, en realidad, tienen una solución.

Lee también: ¿Cómo pasar de lo manual a la automatización?

Algunas alertas de que un emprendedor se está dejando llevar por la resignación y pasividad:

• Se queja constantemente de la cantidad de tareas que tiene pendientes.
• Se comporta como víctima por su carga laboral.
• Muestra resentimiento por las exigencias de los demás.
• Generalmente no entrega lo prometido en el tiempo pactado.
• Cree que no tiene tiempo para nada y deja que el estrés se apodere de él.

Recuerda que siempre que haya esfuerzo, habrá una recompensa. Sin embargo, la resignación es una excusa para ver pasar una situación sin éxito, es decir de dejarse llevar por el conformismo, por lo que no nos deja aprender de los errores.

Al experimentar distintas situaciones de tu empresa desde la resignación y pasividad, te limitarás a centrar tu atención en lo malo. 

No obstante, cuando asimilamos de la mejor manera los distintos panoramas o situaciones, la aceptación hace lo suyo y surgen las ganas de hacerlo mejor en el futuro. La aceptación nos deja extraer conclusiones valiosas de los errores cometidos.

¿Por qué tendemos a desenfocarnos y qué hacer al respecto?

#1 A veces creemos que nuestra competencia lo hace mejor y empezamos a dedicar tiempo valioso, a ver qué y cómo lo están haciendo los demás.

Solución: está bien que eches un vistazo a tu competencia, pero no te enfrasques en ello y mejor crea nuevas ideas que creen valor a tu empresa.

#2 Queremos abarcar mucho en poco tiempo. Nos olvidamos que emprender es un proceso y que hay que ir paso a paso. No todo surge de la noche a la mañana. Todo toma su tiempo y llegar al éxito anhelado también. En este punto, queremos invitarte a que conozcas la historia de dos emprendedoras que revelan porque la constancia es lo más importante y nos cuentan cuánto tiempo pasó hasta hacer crecer su negocio.

Solución: Mira el artículo aquí, te animará muchísimo. Luego, tómate las cosas con calma y nunca olvides que cada paso que des cuenta.

 #3 Escuchamos muchas voces: haz esto, no te vayas por ahí, para qué dejaste tu trabajo, emprender es difícil, etc, etc. Hay muchos comentarios con los que batallar día a día, incluyendo los nuestros.

 Solución: Rodéate de gente que suma, personas positivas con las que tengas cosas en común.

 #4 No queremos tomar tiempo de calidad y nos encapsulamos: atentamos con nuestra salud física y emocional. Es cierto que tenemos que hacer muchas cosas, pero es importante parar y retomar fuerzas.

 Solución: no todo es trabajo, dedica tiempo a descansar y si puedes delega. Aunque pensemos que nosotros lo hacemos mejor, es vital dejarse ayudar.

 #5 Estamos encadenados por el no puedo: en el camino nos topamos con el “no puedo”, déjalo a un lado porque no es más que una piedra en tu camino.

Solución: llena tu agenda, pared o celular con notas de frases positivas para que puedas repetirlas diariamente.

Sabemos que esta información te motivará no solo en este momento de tu emprendimiento, si no que siempre.

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Recuerda que delegar, cuidar de tu tiempo y automatizar, son las claves para administrar mejor tu negocio y así lograr una empresa en armonía con procesos internos claros y ordenados.

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